El sistema de transmisión de un vehículo consiste en una serie de componentes encargados de conducir desde el cigüeñal la potencia suficiente para que las ruedas motrices giren.

Para lograr esto, existen 3 tipos de transmisiones:

      1. Transmisión Manual (MT)
      2. Transmisión Automática (AT)
      3. Transmisión Variable Continua (CVT)

Cada uno de estos tipos de transmisión cuenta con diferentes mecanismos y accionamientos, por lo que es necesario contar con fluidos especializados para su lubricación y funcionamiento, los cuales conocemos en el mercado como fluidos de transmisión. Estos fluidos de trasmisión están diseñados especialmente para cada tipo de transmisión y es importante conocer sus propiedades, así como su desempeño en cada tipo de trasmisión automotriz para la cual ha sido diseñado cada fluido.

Fluido para transmisión automática (ATF)

El ATF es el más complejo de todos los fluidos lubricantes, ya que no sólo tiene que reducir la fricción para evitar el desgaste como todos los lubricantes, sino que también tiene que permitir cierto nivel de fricción para permitir el funcionamiento del embrague. Dado que la mayoría de los fabricantes de equipo original (OEMs) usan materiales patentados, prácticamente cada requerimiento de ATF es específico para cada uno, aunque en la actualidad se pueden encontrar en el mercado fluidos de transmisión que son multiuso y cumplen con la mayoría de los requisitos de los fabricantes de equipo original.

El ATF cumple con las siguientes funciones en la Transmisión Automática:

Por lo tanto, el ATF debe proporcionar:

      - Compatibilidad de materiales
      - Características de fricción en el embrague
      - Estabilidad del lubricante al corte a altas temperaturas (protección a los engranes)
      - Características antioxidantes
      - Fluidez a baja temperatura
      - Mejora en el ahorro de combustible

Para mejorar el ahorro de combustible, los componentes de este tipo de transmisión son más livianos, a pesar de que los motores tengan más caballos de fuerza y más torque con temperaturas de funcionamiento más altas. Estos factores ejercen gran presión sobre los ATF, por lo que se recomienda seguir las indicaciones del fabricante de la transmisión sobre el tiempo o kilometraje de cambio de este fluido. El no respetar dichas indicaciones, puede causar problemas tales como mala sensación al momento de los cambios de velocidad y desgaste acelerado.

Fluido para transmisión variable continua (CVTF)

Las transmisiones variables continuas (CVT) ofrecen mayor ahorro de combustible en comparación con las transmisiones automáticas, lo que las convierte en una opción cada vez más popular para autos de pasajeros y en aplicaciones de carretera en autos asiáticos y de EE. UU.

La transmisión CVT cuenta necesidades de lubricación similares a las de una transmisión automática, pero con características de fricción entre las partes metálicas de la transmisión que le permitan tener el agarre y movimiento necesario.

El CVTF cumple con las siguientes funciones en la Transmisión Variable Continua:

Por lo tanto, el ATF debe proporcionar:

      - Las mismas características del ATF
      - Características de fricción entre partes metálicas.

Es importante mencionar, que existen dos tipos de CVT, la de cadena y la otra de tipo toroidal, para las cuales se aplican CVTFs especializados y con características distintas para cada una.

Fluido para transmisión Manual (MTF)

Finalmente, llegamos a la transmisión manual (MT), en la que existen dos tipos principales: sincronizada y no sincronizada. Las transmisiones manuales sincronizadas son las más comunes, mientras que las no sincronizadas se usan principalmente en vehículos de servicio pesado en América del Norte.

Estructura Típica de una Transmisión Manual:

El énfasis puesto en la comodidad del conductor ha mejorado con el tiempo los diseños de las transmisiones actuales, en especial en cuanto a la sensación de los cambios y la durabilidad. El esfuerzo por lograr un mayor ahorro de combustible también ha colaborado en los avances en diseño y en el uso de una amplia variedad de materiales para los sincronizadores. Estos cambios en el diseño de la transmisión han requerido avances en la tecnología de los aditivos para los lubricantes de las transmisiones manuales, que resaltan la importancia de usar un fluido especial para las transmisiones manuales (MTF) que coincida con las características de fricción de estos materiales más complejos.

El Fluido de Transmisión Manual (MTF)

Se encarga de proporcionar protección de extrema presión en los engranes, disminuir el choque metal con metal entre los accionamientos de la caja de transmisión y proporcionar protección anti-desgaste a los accionamientos internos principalmente.

Por lo tanto, el MTF debe proporcionar:

      - Compatibilidad con el material de fricción del sincronizador
      - Protección contra la corrosión
      - Alta estabilidad térmica
      - Estabilidad del lubricante al corte a altas temperaturas (protección a los engranes)

Ahora podemos entender cuál es la importancia de seleccionar el fluido de transmisión correcto para nuestra unidad automotriz, para prolongar su vida útil, disminuyendo el desgaste de los componentes y teniendo un funcionamiento de acuerdo con el diseño del fabricante de equipo original (OEM).

Siempre es importante seguir las indicaciones del manual de propietario de la unidad, ya que este contiene la recomendación hecha por el fabricante. Este se ha encargado de hacer pruebas de desgaste y funcionalidad a los componentes de la unidad automotriz para poder plasmar las recomendaciones en este documento.

En ENEOS contamos con aceites de transmisión para cada aplicación, recuerda siempre consultar el manual de usuario de tu vehículo antes de elegir el aceite adecuado. ENEOS, el aceite de la compañía petrolera No. 1 en Japón.